
Para distinguir a primera vista un disco de 3,5" de alta densidad de otro de doble, basta con observar el número de agujeros que presenta en su parte inferior. Si tiene sólo uno, situado en el lado izquierdo (mirando el disquete con la etiqueta hacia delante) y generalmente provisto de una pestaña móvil, se trata de un disco de doble densidad; si tiene dos agujeros, se trata de un disco de alta densidad.
Si el primero de los agujeros está al descubierto el disco está protegido contra escritura, por lo que no podremos escribir datos ni modificar los existentes.
De cualquier forma, el disquete deberá estar formateado a la capacidad correcta, para lo cual podemos usar la orden FORMAT del DOS, la orden mkfs.ext2 [opciones] /dev/fd0 en Linux modo consola o mediante los menús gráficos de Linux o Windows.
Los disquetes son dispositivos muy poco fiables en cuanto al almacenaje a largo plazo de la información. Son muy delicados y les afecta los cambios bruscos de temperatura, los campos magnéticos, la humedad, los golpes, el polvo...
Aunque su capacidad es totalmente insuficiente para las necesidades actuales, los fabricantes de PCs siguen incorporándola en sus equipos aunque cada vez sea menor el número de usuarios que la utilizan, ya que montar una disquetera no resulta demasiado caro. Además, siempre sirve para instalar algún controlador antiguo o para recuperar el sistema a través de los discos de arranque.
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