
Se convirtió en el más popular candidato a suceder al disquete de 3,5 pulgadas, seguido por el SuperDisk. Aunque nunca logró conseguirlo, sustituyó a la mayoría de medios extraíbles como los SyQuest y robó parte del terreno de los discos magneto-ópticos al ser integrado de serie en varias configuraciones de portátiles y Apple Macintosh.
La versión inicial del disco Zip tenía una capacidad de 100 Mb. Se hicieron planes para comercializar un disco de 25 MB con un precio más reducido, con el objetivo de acercarse lo más posible al coste de un disquete estándar, pero el disco jamás se comercializó. Con el tiempo Iomega lanza unidades y discos de 250 y 750 MB, a la vez que aceleraba la velocidad de acceso a disco.
En el lado negativo, el acceso a un soporte menor ralentiza la unidad, incluso la hace más lenta que la unidad de 100 MB original. La unidad de 750 MB sólo puede leer, pero no escribir, los discos de 100 MB en cambio si puede leer y escrbir.
Los discos Zip tiene todos un tamaño de 99 mm de ancho, 100 mm de alto y 7 mm de grosor en la zona del cierre. A los lados el grosor es menor. El tamaño extra respecto de los 90 mm del disquete de 3,5 provee del espacio para que la fuerza centrífuga sostenga el disco que rota lejos de su carcasa protectora a altas velocidades, eliminando el calor de la fricción que limitan las revoluciones por minuto (y con ello las velocidades de transferencia) de generaciones anteriores de soportes magnéticos. Este acercamiento sin contacto también aumenta la vida teórica de los consumibles.
En la parte inferior de un disco Zip incluye un retroreflector en la esquina superior izquierda (viendo el disco por la cara inferior). El mecanismo de arrastre no se enganchará si no se detecta el punto reflector. Esto era una medida para reducir soportes falsificados de bajo coste que socavan los beneficios de Iomega (pues los rellenos reflexivos se venden bajo licencia). En los discos de 250MB y 750MB, el punto ha sido reducido o eliminado (aunque el troquel permanece en la carcasa) como medida de seguridad para evitar su uso accidental en unidades de 100 MB. Si un disco se introduce en una unidad de menor capacidad es expulsado de inmediato. Algunos fabricantes de consumibles usan una chapa cóncava para conseguir el mismo efecto.
La caja de los discos Zip es mayoritariamente transparente, muy similar a la de los discos magneto-ópticos y de los discos de MiniDisc. Se venden en paquetes individuales y cajas de 5 y 10 unidades. Los consumibles baratos se venden en caja de cartón e incluso en envoltorio de celofán.
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